1. INTRODUCCIÓN:
“La lectoescritura es un proceso de aprendizaje que permite interpretar,
producir y comprender el mensaje que nos llega a través de un código hecho con
signos abstractos y sonidos convencionales” (Usero, 2004)
Para saber cuándo un niño ha adquirido la
suficiente “madurez” como para iniciarse en los procesos de lectura y
escritura, debemos tener en cuenta los siguientes prerrequisitos:
· - La
discriminación de tamaños y formas.
· - La
maduración espacial: lateralidad, arriba y abajo, delante y detrás...
· - La maduración
temporal: sentido del ritmo: reconocer y reproducir diversos ritmos.
· - La memoria:
recordar frases de más breves a más largas.
· - La amplitud de
vocabulario
· - La
articulación: discriminación fonética entre otras.
Analizaremos el método de la “Lectura Eficaz” de Bruño, en concreto el
libro de “Micho 1”, que se caracteriza por:
- Brevedad de
los cuentos.
- Acción (este
método tiene una cinta con canciones adaptadas)
El método Micho se basa en el aprendizaje de la lectoescritura y se
desarrolla a través del método sintético, que trabaja de la síntesis
al análisis, de las partes más pequeñas a las mayores por medio de la
composición. La parte más pequeña del código es la letra, representación del
fonema mental y equivalente escrito al sonido del código oral. Los métodos de
base sintética no son significativos y requieren un alto grado de razonamiento
simbólico que el niño no posee hasta los 5 años más o menos. Actúan sobre la
ruta fonológica y requieren la memorización de elementos que no pueden ser
comprendidos.
2. EL MÉTODO “MICHO”:
Está basado en el Sistema Onomatopéyico, cuya metodología se basa en el
movimiento muscular y el fonema.
A través de cuentos que narran diferentes aventuras, se van presentando los
diferentes fonemas que componen el abecedario. A cada fonema, se le asocia un
movimiento, de tal manera que ayude a los niños a asimilar y recordar con
facilidad lo aprendido.
Es un método muy visual, con imágenes y letras de diferentes colores. En
cada lámina se aprende la correlación entre la letra estudiada, el dibujo y la
aventura que corresponde a ese fonema.
El dibujo representa gráficamente el movimiento que va asociado a ese
fonema: primero se describen los sonidos del fonema junto con las vocales y
después con palabras sueltas. A medida que se avanza con el método se van
incluyendo más palabras.
El tipo de letra elegida es cursiva, para evitar problemas disléxicos (d/b;
q/p…). El tamaño de la letra está pensado en función de la adaptación del
nervio ocular. El color de las letras se elige con sentido y significado: Cada
fonema aparece de un color, para diferenciarlo del resto.
Veamos cómo se plantea el aprendizaje de un fonema en el método “Micho”.
Tomando como ejemplo el fonema “F”:
Fonema “F”:
En la guía didáctica: “Debe enseñarse de forma dentolabial:
apoyando los dientes de la mandíbula superior sobre el labio inferior y
expulsando el aire de los pulmones. Se forma un sonido parecido al bufido de un
gato.”
Se comienza con la lectura de la aventura correspondiente al fonema “F”.
Después, los niños observan la lámina correspondiente a esa aventura y
contestan de forma oral una serie de cuestiones, como por ejemplo: ¿Qué
personajes ves en tu libro? ¿Cómo bufan los gatitos?...
Se acompañan también de juegos de vocabulario y pronunciación, diálogos
entre los niños, juegos de dramatización y canciones acompañadas de bailes
(para reforzar el desarrollo psicomotor).
Ejercicios para desarrollar la grafía de la “f”.
Para el alumno:
- “Micho Método
de lectura castellana 1”: Cartilla para que los niños aprendan a leer de forma
lúdica, amena y eficaz. Consta de tres grandes secciones que corresponden
respectivamente a las fases de: Sensibilización y preparación para la lectura,
Aprendizaje lector e Inicio del afianzamiento de la lectura.
Para el maestro:
- “Micho
Propuesta Didáctica”: Dentro de este material encontramos los pasos a seguir
para la clara pronunciación de cada fonema. Está dividido en 33 aventuras, de
las cuales es un fonema por cada aventura. La brevedad de los cuentos aconseja
dar un fonema por cada día. Cada fonema conlleva unos objetivos y actividades.
Para el aula:
- “Micho
Láminas”: Láminas correspondientes a los fonemas presentados en las
cartillas.
4. ADECUACIÓN A LOS PROCESOS DE LECTURA
Y ESCRITURA TAL Y CÓMO SE DESCRIBEN EN MÓDULO DOCENTE:
Tradicionalmente se ha dicho que es a los 6 años, al inicio de la enseñanza
obligatoria, cuando el niño debe comenzar el aprendizaje de la lectoescritura,
ya que antes de esta edad, no está bien desarrollado el mundo perceptivo de los
niños. Pero, basándonos en la psicología cognitiva, se defiende la idea
que el aprendizaje precoz favorece el desarrollo intelectual del niño y la
capacidad de simbolización, a la vez que enriquece su mundo estimular.
Por lo tanto, no hay nada que se oponga a un aprendizaje precoz de la
lectura, siempre y cuando se utilice una buena metodología, que parta de la
realidad lingüística y comunicativa del niño, proponiendo siempre estímulos de
progreso, superación y enriquecimiento.
Pero, Micho es un método sintético-fonético, que como comentábamos en la
introducción, este tipo de métodos no son significativos ya que el niño aprende
cosas que más tarde tendrá que desaprender: es ilógico, presentar las palabras
separadas por letras, ya que dificulta el desarrollo de la conciencia léxica y
el concepto de la palabra como unidad.
En cuanto al proceso de escritura a la edad de cuatro años, el método Micho
si trabaja la grafomotricidad: pintando por ejemplo la grafía en el aire o en la arena… pero tan sólo se centra en que
los niños aprendan las grafías correspondientes a los fonemas: no trabaja la
escritura, ya que no existe una intención comunicativa en lo que los niños
escriben.
5. ADECUACIÓN AL MOMENTO EVOLUTIVO DE
LOS NIÑOS PARA LOS QUE VA DESTINADO:
El método “Micho 1” está planteado para el desarrollo de la
lectoescritura en el segundo ciclo de Educación Infantil,
concretamente para la edad de 4 – 5 años.
Según Uta Frith (1985), el aprendizaje lector, consta de tres etapas:
- Etapa
Logográfica (4 años): El niño es capaz de acceder al significado de
determinadas palabras antes de aprender el código, ya que reconoce la palabra
es su ámbito global: su nombre escrito, o el logotipo de alguna marca, por
ejemplo “Coca-Cola”.
- Etapa
Alfabética (5 años): El niño es capaz de corresponder un fonema con su
grafema, y así forma palabras e incluso puede segmentarlas en fonemas y
transcribirlos a las letras correspondientes.
- Etapa
Ortográfica (6 años): El niño adquiere un vocabulario ortográfico
amplio, que le permite leer las palabras de manera global y por lo tanto más
rápidamente, sin la necesidad de corresponder cada letra con su sonido.
También es necesario trabajar, antes y durante el proceso de enseñanza de
las letras, las habilidades de segmentación lingüística:
- Conciencia
Léxica (4años): El niño debe tomar conciencia de la existencia de la
palabra en la cadena hablada. Para la cual es importante una correcta
percepción de los signos visuales.
- Conciencia
Silábica (5 años): El niño debe aprender a descomponer las palabras en
golpes de voz: sílabas.
- Conciencia
Fonológica (6 años): El niño debe ser capaz de segmentar las palabras en sus
diferentes fonemas y en el orden correspondiente.
En el método Micho, los niños realizan ejercicios de percepción visual, observando
las imágenes de cada lámina y
relacionándolas con la aventura, de esta manera se trabaja el desarrollo del
razonamiento ideovisual. Pero a la hora
de presentar las palabras para la lectura, Micho no tiene en cuenta el momento
evolutivo de los niños para los que va dirigido: A los 4 años, el niño se
encuentra en la etapa logográfica trabajando la conciencia léxica, es decir, es
imprescindible presentar las palabras en su totalidad; separando los fonemas
por colores, restamos unidad a la palabra y dificultamos esa conciencia léxica.
La enseñanza de la lectura a los 4 años debe iniciarse mediante la etapa
logográfica, presentando palabras de uso común y de fácil discriminación
visual, que permitan al niño un acercamiento a la lectura.
6. VALIDEZ DEL PROGRESO Y DEL PROCESO
SEGUIDO A LO LARGO DEL CUADERNO:
Analizamos las condiciones generales y específicas de la actividad lectora
que se muestran en el módulo docente, y las comparamos con las del método
“Micho 1”:
En el método “Micho” los niños antes de iniciarse en el acto de leer,
escuchan un cuento donde destacan los fonemas, sus sonidos, su representación
pictórica, e incluso su representación física en movimiento, pintando en el
aire o en la arena la grafía, lo cual les hace interiorizar el
significado de los mismos y las palabras que los componen. Antes de
iniciarse en la lectoescritura, se analiza y comprende la imagen del
cuento.
Dentro del desarrollo de las habilidades lectoras se plantean los
siguientes tipos de ejercicios:
- Habilidad
visual: El niño comienza aprendiendo a descifrar cada historia y su
imagen por medio de ejercicios de perfección visual, la letra de los textos
esta cuidada para problemas disléxicos y el tamaño está adaptado al desarrollo
del nervio ocular de los niños de 4 años.
Las palabras se presentan con los fonemas diferenciados por colores, lo que
hace que el niño en su lectura separe las palabras por unidades e impide una
lectura global. No se adapta al momento evolutivo de los niños, que deben
realizar el aprendizaje de una manera logográfica.
- Desarrollo
de la lengua oral y escrita: Este método no trabaja la transformación
de oraciones, ortografía, estructuras sintácticas: pretende la interiorización
de los fonemas y a partir de su aprendizaje, la ampliación de vocabulario.
- Actividades
de comprensión: Refuerza los nuevos aprendizajes aprendidos con canciones,
movimiento y con ejercicios de psicomotricidad.
- Actividades
para desarrollar la memoria a corto y a largo plazo: Repasar en la
escritura los fonemas punteados o imitar con perfección el sonido suave de la
“s” son ejercicios que fomentan la memoria a corto plazo. Por otro
lado distinguir entre concepto de abierto o cerrado, escenificar una aventura o
aprender una canción suponen un aprendizaje a largo plazo.
La metodología elegida, pretende que el niño comprenda desde diferentes
ámbitos los fonemas. Sin embargo en este caso al leer una palabra
nos encontramos con que ésta tiene cada letra de un color, por lo que subdivide
la palabra dando prioridad a la distinción de cada grafía y no a la de la
palabra en sí. Presentando a los niños unidades mayores que la sílaba,
abrimos su campo visual, adaptando los movimientos oculares para
conseguir una mayor extensión en cada fijación y una mayor rapidez
en las combinaciones de letras y silabas.
Por estos motivos creemos que sería más adecuado un
aprendizaje basado en un método mixto o global, teniendo en cuenta que el
desarrollo de la lectoescritura en los niños de 4 años se inicia de forma
logográfica:
- El método global trabaja el análisis de los elementos desde los
mayores a los menores. Siempre parten de elementos lingüísticos significativos
y utilizan la memorización y la asociación para conseguir la asimilación. El
contexto y la motivación favorecen el aprendizaje. Se centra en el
interés del niño, la globalización y la percepción visual.
- El método mixto utiliza elementos y técnicas de los métodos analíticos y
de los sintéticos. Tratan de acercarse más aún a los intereses del niño y
respetar sus procesos de aprendizaje. Son métodos que requieren mucho trabajo
por parte del profesor y el desarrollo de la motivación en el niño. Parten de
elementos significativos y van continuamente del análisis a la síntesis y de la
síntesis al análisis.
7. VALORACIÓN PERSONAL:
Después de analizar el método Micho y
contrastarlo con la teoría del módulo docente, nos damos cuenta que para un
correcto desarrollo de la lectoescritura, sería más acertado emplear un método
mixto, ya que utiliza elementos y técnicas de los métodos sintético y global, acercándose a los
intereses del niño y respetando sus ritmos y procesos de aprendizaje.
Micho es un método sintético, que parte del
análisis a la síntesis, de los elementos no significativos (letras) a los
significativos (palabras) por lo que el niño aprende para luego tener que
desaprender.
El método más adecuado sería un método mixto de
base analítica ya que trabaja las rutas visual (imagen-palabra) y fonológica (descomponer
palabras en letras) simultáneamente, partiendo de los elementos mayores a los
menores.
El mejor momento para iniciar el aprendizaje de
la lectoescritura es cuándo el niño se interesa por lo que está escrito y nos
lo pregunta, es decir, partiendo de la motivación intrínseca que poseen; así
aprenderá con facilidad y sin presión externa.
Nos damos cuenta de la importancia que tiene conocer los diferentes métodos
de aplicación de la lectoescritura. De esta manera, podemos recoger las
virtudes de cada método, y desechar aquellas que no creemos óptimas para
nuestra enseñanza-aprendizaje.
Cada educador según las condiciones de los alumnos, la clase, el medio
ambiente y sus propias condiciones pedagógicas podrá llevar a efecto toda clase
de innovaciones y cambios según su propia experiencia y creatividad.
8. WEBGRAFÍA:
- Módulo docente CSEU LA
SALLE - Asignatura: Desarrollo de Habilidades Lingüísticas y
Lectoescritura en Educación Infantil - Mª Trinidad Labajo González.
TRABAJO REALIZADO POR:
- DELIA DORDA
- ROCÍO GÓNZALEZ
- ESMERALDA TENA
- EDURNE AYERRA
Perfecto.
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